Del libro de poemas "El edén de Salomé"
Por qué desaparecen las palabras
cuando intento destilarlas para hablarte,
decirte este infinito sentimiento
profundo hacia ti, a toda tú, libélula azul.
Dónde se me esconden las palabras, qué
escondrijos recónditos encuentran
que le arranco la tierra a la tierra,
el agua a la piel del agua, la oscuridad a la luz,
y sólo aparecen, diseminadas por el
aire que sabe a ti, partículas como frutas
de sueños besos te quieros roces
sonrisas labios suspiros anhelos sueños besos
te quieros roces sonrisas labios
dulzuras deseos sueños besos te quieros
partículas racimos de partículas bien
prendidas como dedos entrelazados
palabras que quiero deshilarlas para
uncirlas a los versos, para luego los versos
soltarlos desde la azotea como palomas
y surquen el tiempo eliminando el espacio
y pobres sinceros honestos íntimos
entregadores pobres sinceros honestos
enamorados solamente que enamorados menudos
perdidamente enamorados
se posen en las macetas de tus manos
en los edenes de tus territorios inmensos.
Dónde se me esconden las palabras con
las que quiero decirte lo infinito que te quiero
Quintín Alonso Méndez
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