Tiempo25

Escaso espacio de tiempo

para tanta amplitud del esférico paisaje,

cada pincelada de color cosido a su memoria de árbol,

aromas y sabores extraídos con la lengua de la raíz lunar,

los dedos aferrados al cigarro como si fuera la vez aquella de nunca estuviste aquí,

me voy yendo y cada vez más lejos las disueltas nubes azules del humo,

nunca estuviste en los acantilados de mis silencios,

miro la luna y veo el sabor de tu miel, la textura de tu brisa,

ardiendo las dunas perfectas de tu éxtasis en flor,

me acompañas como a una isla el mar

quintín alonso méndez

 

Tiempo24

Te invoco al cuerpo,

a eternizar la materia,

gota a gota de cada instante,

poro a poro, sexo a sexo

de la piel,

a despedazar la mentira,

a los cultivadores del miedo,

hagamos el pan de la siembra,

sea descubriendo la lluvia de la sed,

el latido más íntimo del agua,

sea mirando en los ojos del vuelo,

sea así, sabiéndonos.

Ven,

te invoco al cuerpo,

a la destrucción de las guerras,

de sus dueños y rebaños,

ven, te invoco al cuerpo,

y sea así, esculpiendo la belleza,

trazando la pincelada,

la rendija

por donde entre la luz del fuego,

la espada de la paz,

la palabra,

la eternidad de la existencia,

su razón cierta,

poseernos,

inventar el tiempo,

sea desde donde estemos,

desde aquí, ahora, leyéndonos,

invocándote al cuerpo,

solo sabiendo la nada

para a diario descubrirnos y a diario desconocernos

quintín alonso méndez

Tiempo23

 

Aun en la más efímera estación del mirarte,

el tiempo se detiene mientras mis sueños te desnudan,

¡ah, callado canto del pájaro,

vencido rumor de las olas!

Apenas parpadeo de alas, se hace vuelo,

tálamo de trémulas penumbras,

rincón mío donde te recorro y te escribo,

donde la piel de los versos es tu piel,

¡ah, susurro de la lluvia resbala,

vencidas vestiduras desnudan el sueño!

quintín alonso méndez

 

Tiempo22

¿De dónde proceden tus carnales mármoles,

de dónde tu savia, de qué raíz, de qué árbol,

de qué algas, de qué bosque marino,

profundo como un abismo?  

¿Dónde, dónde la senda

donde perderme y anclarme,

enredándome en los musgos de tus oleajes,

en las blandas ternuras de tus carnes?

¿De dónde me vienen estos murmullos,

estas cóncavas sinuosidades de caracolas

abriéndose en astillados temblores?

¿De dónde proviene tu polen, de qué flores,

de dónde este anhelo que pretende respirarlas,

beberlas, abandonarme, hundirme en ellas?

quintín alonso méndez

 

 

Tiempo21

Para ti son los poemas más oscuros,

los indescifrables, los que no se pueden leer

porque su letra es negra sobre un paisaje negro,

tinta de la sangre negra de mi alma, oleosa como el vino,

como el mar fluyente de la tarde,

lujuriosa, lujuriosa como el vino,

invocándote al sexo con cada palabra,

con cada rasgo de cada letra,

con cada rasguño que como dientes rasga el papel

imaginando que escribiéndote en las carnes

los versos más oscuros,

poro a poro sorbiéndote, saboreándote, 

hundiéndome, invocándote a romperle los límites a la locura,

a liberar los encadenados sueños de los infieles,

a que seamos la nada oscura que navega por los poemas,

con incendios de metales dentro de los besos

en cada sexo de tu cuerpo.

Para ti son los poemas más oscuros,

¡ah, irremediable deseo oscuro!,

los que solo pueden leer y sentirlos los que aman la vida

quintín alonso méndez

 

 

Tiempo20

Hora en que el búho tiene la mirada del acecho,

una herida blanca de luna se hiende curva en las nubes,

como la hoz en la yerba,

abriéndolas en abismos azules,

pronuncio tu nombre y susurra brisa de bosque oscuro,

hondura donde late la raíz del agua,

donde el pulso de la vida se desangra,

hora en que la voz del deseo fluye desde lo más adentro,

quiere ser cuerpo en la voz de tu cuerpo,

en hora de cada hora, se extiende así la hora, interminable,

desbordándose en universo,

hora en que la sed aletea como pez en la orilla

 

quintín alonso méndez

 

Tiempo19

Me acompaña,

en el sueño, en el desvelo,

como abrigo, como calidez,

como clima del éxtasis,

la sustancia inexplicable

de pensar en ti.

Me acompaña,

en lo oscuro, en lo callado,

como fortaleza,

como aura,

como lluvia de mis desiertos,

la esencia, el néctar

que me anuncia

los pétalos de tu desnudez,

así tú ahora,

en el anhelo,

habitándome los sentidos

ante la inmensa

luna desnuda,

envuelta en gruesas

sedosas nubes

de la húmeda sed

 

quintín alonso méndez