domingo, 29 de septiembre de 2019


Música de mar (40)

no quiero este sopor que me adormece los ánimos
sol de amapolas marinas crujiendo en mis labios secos
es la luz perfecta del verano antiguo sajando las tejas
llevando a los verodes al lado del solajero
donde el beso inventaba el agua
la volátil sensación de lo inexplicable
hasta las palabras eran melodías que llenaban la siembra de la tarde
no quiero este sopor este recuerdo tan vivo palpitando entre las olas
escamas saladas donde era el gemido de las estrellas
no quiero esta dulce amargura de la tristeza que se balancea rítmica
como una barca que regresa a puerto sin regresos entre las redes
solo muertes solo vivos los ojos como faros del origen
la raíz inocente fundadora de los latidos
así vi cómo nació la sangre cómo la inventé
para así lava desparramarme en el desierto áspero de la vida
me hice charco cueva gaviota el señor de tus mares
la partícula diminuta que se desprende del vuelo del águila
te queda la condena débil de que cuides de mis silencios

                                                                                 quintín alonso méndez

miércoles, 25 de septiembre de 2019


Música de mar (39)


voy a escribirte el dibujo de tu sonrisa
cuando tus labios tan suavemente
se entreabren a los lados
a los del amante y el amado
inconsistencia de tierra en una parte
terrenal abismo de llanuras en la otra
no estoy en ninguna de las dos orillas
¿quién soy? te preguntas
y las nuevas calles vuelven a ser las calles viejas
cuando de niña estabas enamorada de los jinetes solitarios
¿qué fue del salitre en tu sexo de frutas adolescentes
del contacto pegajoso de los tarajales
mientras volabas en tu escoba voladora
salteando las trampas de los charcos?
¿qué fue del beso que nunca fue beso
pero que fue el temblor irrepetible?
te cuento
estábamos descubriendo el mundo
pero dime
¿por qué la renuncia al mundo al descubrirlo?
¿qué ataduras nos pusieron al nacer?
así continúa el dibujo
grietas profundas de ausencias de besos
en las comisuras de tus labios
¿a qué esperas
a que el no aquél beso te acompañe en los años viejos
y así la historia tome cuerpo?
el dedo tiembla en la pincelada que resbala por la húmeda y tierna curva del labio
lo sabes
siempre he querido morderlo besarlo
lo haré debajo del castaño donde nos morimos despacio
con la suavidad fría del relámpago

quintín alonso méndez









domingo, 22 de septiembre de 2019


Música de mar (38)



ahora mejor sería no escribir el verso
porque sería de una tristeza honda como un nido vacío
mejor dejar que la mirada vague por la niebla del sopor
cerrarle la ventana al pensamiento que discurra la nada
¡ah este gris somnoliento! opio en la enrojecida sangre
quedarme así que la tristeza no hable que nunca sea la queja
siempre el homenaje siempre la húmeda lluvia de la batalla
pasear sin mí sin nadie como si caminara contigo por la umbría tarde
ahora mejor sería no escribir el verso
no desvariar en la fiebre
no escribir
porque la pura literatura es simplemente amarte
deshojarme en tus aguas
mientras los silencios duermen desnudos en la horizontal lluvia
y yo te miro viéndote y recorriéndote en la corpórea realidad de los sueños
una niebla nostálgica de mundos que no estarán
mejor no escribir el verso dejarlo pasar como pasan ¡ay los versos!
y se quedan pájaros posados en las ramas del vivo árbol


quintín alonso méndez

jueves, 19 de septiembre de 2019


Música de mar (37)



es la hora del rumor de la marea baja
con medianoche a la deriva
o encallada entre hilos de agua que se deshacen
embriagado de que me duelas
así como a la roca la soledad del cangrejo
quiero deshacerme en el sabor de tu sexo
dejarte ahí todos mis versos con la lengua los labios
donde habitan mis pájaros
con la ser eterna del agua
con todos mis hálitos
deshacerme ahí en tu más íntima soledad
en el estallido de tus mareas
darte mi yo entero
sin regresos
fuera de las dimensiones del tiempo
palpar con mi existencia tu latido profundo
la raíz del musgo
beberme tu mágico desbordamiento
ningún verso sin verterse en ti
esculpir la materia en el latido de tu esencia
hundirme en los océanos de tus bocas
¿qué le pasa a la noche
por qué su silencio desbordándose en marea eterna?
deshacerme así con cada verso
bebiéndome vida tu sabor tu néctar

quintín alonso méndez

lunes, 16 de septiembre de 2019


Música de mar (36)



Soy el pequeño y apartado cuarto oscuro de la enorme y luminosa
y apartada
casa de la vida
entre granados palmeras y cañaverales
cunetas a los bordes del camino de tierra
dornajos para los pájaros
inadvertido a un lado del pasillo quizás cerca del patio interior
al lado o tal vez detrás del pequeño y apacible cuarto de coser
con ventana al patio desde donde se ve el naranjo en flor
en primavera la ventana abierta deja entrar su azahoroso perfume sexual
nadie recuerda cuándo fue la última vez que se detuvo ante la puerta
metida en las sombras y mucho menos cuándo abrió y entró en la oscuridad
no lo hagas nunca no te detengas ante ella
ignórala como se ignora al desamor
olvida la ley de lo prohibido no entres está invadido por el aburrimiento y el hastío
sigue de largo sin ladear tu rostro del frío mármol del marfil de las caderas de la luna llena
si acaso siéntate a la vieja mesa de ébano del patio bajo el naranjo y ábrete a los silencios
como era cuando en las bajuras de las mareas el salitre de un pájaro del color de las uvas
brillaba en tu cuerpo desnudo
abre el libro por el poema aquél que hablaba de los nidos entre las enredaderas
de flores azules o eran alas que el aire dejaba caer como pétalos de la nieve
entre las flores blancas de tus marmóreos dedos cálidos como el vino
deja las tentaciones para los acantilados por donde sobrevuelan los carnales vuelos
para los campos de girasoles
para los destellos de la abeja en plena tarde libando al sol
pero solo pensamos -pensando que no vale pena- en lo que no tiene remedio
así nos vamos haciendo a la manera de los recuerdos que no se recuerdan
simplemente se encadenan y amordazan dentro del pequeño cuarto oscuro
sellado con la llave del silencio de la gran y luminosa y apartada casa de la vida
mientras afuera en el patio las mariposas juegan al beso con tus labios


quintín alonso méndez


viernes, 13 de septiembre de 2019


Música de mar (34)



qué hace el poema para irse quitando y quitándote
los ropajes poco a poco
como un lento resbalarse de lo que se precipita
al musgo del océano
golpe a golpe en péndulo de la órbita
de los sueños contra el muro de piedra
reflejo del agua en el charco que horadó el viento
y la mano antigua
cómo hace el poema para sin labios sin manos hundirse en la materia
en el íntimo ausente
¿cuánto mide el tiempo de lo lejano?
tan entonces aquí la desnudez de los sentidos

quintín alonso méndez

martes, 10 de septiembre de 2019


Música de mar (34)


       
     Carnal te quiero
   como la sed del agua
   mineral y etérea / abeja y hembra
   ala del aire / humedad de la tierra
   carnal te quiero
   libélula y árbol
   gemido de la luz / la desnuda entrega
   astilla de la luna / hebra del sol
   instante sublime del beso
   en el sexo del tiempo
   eternidad del verso
   como la sed del agua

quintín alonso méndez







sábado, 7 de septiembre de 2019


Música de mar (33)




viene noche rumorosa encantada de luna
emanada de ti
así por donde navegan los vuelos
me llega tu brisa de abejas
desnudo recibo con el salitre el polen de tus labios
las olas desnudas de tus ojos
viene noche de la tarde adormecida
néctar de la flor
transcendente
vienes con la noche a quedarte conmigo
en los versos
¿qué es este temblor que se inunda de vida?
esta desnudez inacabable


que sea la vida tardía

no los versos
sus sabores permanentes
no la euforia de que los leas
permanezcan contigo
sean recuerdos sean olvidos

quintín alonso méndez




martes, 3 de septiembre de 2019


Música de mar (32)

    Ante las inclemencias de los climas y los tiempos
    me gusta quererte así de esta manera alejada
    tan sin cuerpos tan sin metáforas que rompan los encuentros
    con tantos cuerpos atravesándonos
    con tantas alas por todas partes
    poniendo al descubierto la desnudez que nos acerca y nos separa
    me gusta quererte así tan sin nadas sin apenas pausas para lo descansado
    en pleno anochecer del mediodía donde las gaviotas no están no duermen
    no respiran
    en lo que se llama la conciencia de la espera a lo que no tiene regreso
    ni destino
    glorioso el instante mínimo del rozarse los dedos
    a veces
    cuando nos besa un pájaro
    roce que tiene de piedra y de árbol lo que nos dice el silencio preso
    que como relámpago parece hacerse cuerpo presagio
    carne del naufragio de las almas
    nos recordaremos cuando la noche tenga un gesto de amanecer tardío
    la felicidad horadando en tu boca la sed en la mía
    quizás haya un banco solitario un nido abandonado
    en alguna isla imaginaria suspendida en el aire
    donde tanto nos gusta besarnos entrelazarnos
    no es sincera la realidad no admite lo irrealizable
    adonde la memoria no llega
    tampoco lo cierto
    me gusta quererte así tan alejada ante los desagravios de los climas y los tiempos
    tan adentro de mis entrañas  

quintín alonso méndez