Música de mar (21)
cada vez estamos más flacos el viento horada en las carnes
de nuestros huesos
cada vez más luminosos los vacíos que nos cuelgan de los
ojos
al descuido nos vamos despojando de lo que nunca dejaremos
¡cómo nos pesa lo ausente!
como si lo pájaros fuesen los únicos habitantes nocturnos de
nuestros recuerdos
hermosos nos alzamos como árboles secos orgullosos de
sobrevivir en el desierto
y nos palpita sin darnos cuenta como si nunca se hubiese ido
la noticia del sexo
la triste historia que nunca fue llevada a la raíz del grito
y aquí estamos como si fuésemos los elegidos por el infierno
para devorarnos
cada vez más flacos como si hubiésemos estado o aún
quisiéramos encontrarnos
dispuestos a caminar hasta el infinito del horizonte que no
se acaba
ocurre esto como un incansable goteo asesino del tiempo
porque con la música del mar siempre nos regresan restos en
los naufragios
quintín alonso méndez