miércoles, 16 de octubre de 2013




                                                             Foto: May Naomi

Voy a escribirte: dos puntos:
y se me caen las hojas al suelo, como si alguien estuviera pensándome,
la tinta china se me desparrama justo donde el ala era aprendizaje
se me van los versos, pájaros traidores, ¿adónde se me irán en esta noche de luna?,
no digo nada, recojo cuidadoso lo que atrás con las prisas se dejaron
¿Por aquí?, hay un sol que muerde en los ojos, una luna que la mano protege
me asomo a la ventana, ¿por qué está gris el día, plúmbeo?
Por ahí, que sea el regreso a los sueños, que esté de vuelta la ilusión,
que ya sabes que basta una sola palabra para que vuelen los regresos.
Salir a la calle será una odisea minúscula y crujirán las montañas,
nada de eso es importante: pero, fea, si te voy a escribir
sin letras, sin andamios, sin cuerdas que te aten ni me liberen,
qué escribirte, ¿la altura de las lluvias, la bajura del sereno en la yerba?
¿qué escribirte, que palpita adolescente lo que tantas veces nos dijimos,
que es  el único motivo por el que respiro: «mañana nos vemos»”?
Ya sabes: no dejaré de escribirte: cada renglón, cada verso te pertenece.
Escribirte en el alma, escribirte en la piel, es lo que me queda en este mundo

y te escribo, alzando el gesto de la lucha: «mañana nos vemos»


                                                                       Foto: May Naomi

                                                                  Quintín Alonso Méndez

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