Foto: May Naomi
Voy a escribirte: dos puntos:
y se me caen las hojas al suelo, como
si alguien estuviera pensándome,
la tinta china se me desparrama justo
donde el ala era aprendizaje
se me van los versos, pájaros
traidores, ¿adónde se me irán en esta noche de luna?,
no digo nada, recojo cuidadoso lo que
atrás con las prisas se dejaron
¿Por aquí?, hay un sol que muerde en
los ojos, una luna que la mano protege
me asomo a la ventana, ¿por qué está
gris el día, plúmbeo?
Por ahí, que sea el regreso a los
sueños, que esté de vuelta la ilusión,
que ya sabes que basta una sola
palabra para que vuelen los regresos.
Salir a la calle será una odisea
minúscula y crujirán las montañas,
nada de eso es importante: pero, fea,
si te voy a escribir
sin letras, sin andamios, sin cuerdas
que te aten ni me liberen,
qué escribirte, ¿la altura de las
lluvias, la bajura del sereno en la yerba?
¿qué escribirte, que palpita
adolescente lo que tantas veces nos dijimos,
que es el único motivo por el que respiro: «mañana
nos vemos»”?
Ya sabes: no dejaré de escribirte:
cada renglón, cada verso te pertenece.
Escribirte en el alma, escribirte en
la piel, es lo que me queda en este mundo
y te escribo, alzando el gesto de la
lucha: «mañana nos vemos»
Foto: May Naomi
Quintín Alonso Méndez
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