martes, 22 de octubre de 2013




                                                               Foto: May Naomi



      Del libro de poemas "El edén de Salomé"

Ni el más destructivo de los temporales
podrá echar abajo el más ligero delicado amor
soplo de las brisas que destilan las más delicadas hebras
que se ha ido forjando con las más férreas voluntades,
con dolores, heridas, distancias, y sueños, sueños voladores,
este amor que me socava y me emerge, se eleva,
y ha puesto en mis manos el amor único, invencible,
herencia de la eternidad, sutil maniobra de los dioses paganos.
Ni aunque duraran siglos los más terribles de los temporales,
podrían abatir esta ola de fino aire, hecha de ese instante perfecto,
el instante de la primera mirada que ya no dejará de estar.
Navegará por los oleajes del tiempo, crecerá, enredándose
en enredaderas por los arcoiris de la luz, de la lluvia al sol,
y más allá, después del último quiebro del destino, no dejará de ser
el instante de la primera mirada que ya no dejará de estar    


 

                                                            Foto: May Naomi

                                                       Quintín Alonso Méndez

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