Foto: May Naomi
Del libro de poemas "El edén de Salomé"
Ni el más destructivo de los temporales
podrá echar abajo el más ligero
delicado amor
soplo de las brisas que destilan las
más delicadas hebras
que se ha ido forjando con las más férreas
voluntades,
con dolores, heridas, distancias, y
sueños, sueños voladores,
este amor que me socava y me emerge, se
eleva,
y ha puesto en mis manos el amor único,
invencible,
herencia de la eternidad, sutil maniobra
de los dioses paganos.
Ni aunque duraran siglos los más
terribles de los temporales,
podrían abatir esta ola de fino aire,
hecha de ese instante perfecto,
el instante de la primera mirada que
ya no dejará de estar.
Navegará por los oleajes del tiempo, crecerá,
enredándose
en enredaderas por los arcoiris de la
luz, de la lluvia al sol,
y más allá, después del último
quiebro del destino, no dejará de ser
el instante de la primera mirada que
ya no dejará de estar
Foto: May Naomi
Quintín Alonso Méndez
No hay comentarios:
Publicar un comentario