Del libro de poemas "El edén de Salomé"
Toda tú está en mí
desde el sabor de las frutas de tu
boca
-¿recuerdas?, almendras, fresas_
al roce de luna de tus pies.
Desde la desnuda belleza de tu alma
a las flores blancas que tus dedos me
regalan
toda tú
desde tu voz que se columpia con la
brisa
y me estremece
a tu mirada callada diciéndome todo.
Toda tú
tu cuerpo de agua y miel
todas tus islas todas tus heridas
toda
desde las cumbres arenosas de tus
pechos
a las sonrisas dulces que posas en
mis labios
cuando tus labios me nombran
tú
toda tú siempre en mí
Quintín Alonso Méndez
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