viernes, 3 de enero de 2014



El último poema

Sigue habiendo un miedo a que el poema
se desnude
llegue al fanatismo de lo más profundo
al punto cierto
del destino escrito que no va a desviarse
aunque tuvo veredas de regresos.
El destino necesita de dos cuerpos,
el que muere y el que vuela,
el que es rechazado y el que acude
ansioso adonde el destino
no ha sido descubierto.
La voluntad está forjada en el hierro
de los más frágiles sueños de agua,
en ir haciendo de cada noche
un hilo de la vestidura del silencio.
El destino necesita de dos cuerpos
pero sólo precisa de un disparo,
al mismo centro
al corazón del miedo
  

Quintín Alonso Méndez

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