Despedidas (de agosto - 09)
Hoy
De
segundo a segundo, gotas de hierro
encendido
cayéndome en los ojos abiertos.
De hora a
hora, infinitas muertes fusiladas
que no dejan de brotar.
De año a
año, la sonrisa se posa en otros árboles
anunciando la guerra.
De vida a
vida
no me he encontrado con ninguna sonrisa
Ayer
Ayer
no importa, eran colmillos las agujas de agua
o era que las tardes eran planicies
soleadas
que cegaban. Ayer caminaba con los
pies descalzos.
Ayer
la brisa sabía mentir y esconderse entre las olas,
yo mismo tuve un roce en las manos
y vi cómo caían árboles rojos verdes
azules en el horizonte.
Ayer
no importa, aunque vuelen rasas las golondrinas
y asomen pálidas esas palomas
otoñales que parpadean
y fabrican plazas en el aire, piedra
a piedra
Mañana
¿Mañana?, esa mujer que vuela y danza inaccesible
alrededor de las murallas tejidas por
la luna,
esa muerte escondida que ya está en
la batalla.
¿Mañana?,
¿has oído hablar de mañana?,
¿te han contado los días, para
revelarte que han sido nada?
Déjala, nunca vendrá.
Mañana
tiene un olvido atado a la cintura,
tiene palabras llenas de sal,
insomnios, quejas huecas
como los silencios que me acompañan
Setiembre
acaba de venir y ya se va, con su vestimenta pálida
Quintín Alonso Méndez
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