viernes, 1 de noviembre de 2013


                                                                Foto: Jorge García del Pino

      Del libro de poemas "El edén de Salomé"

Tiene prisas el otoño por meterse en el invierno,
y este poema será leído ya agonizando el año,
habrá nieve en las calles, luces de colores en los árboles,
risas nuevas emergiendo de la tristeza que se seca, languideciendo,
una mano transparente, enguantada,
se acercará a la otra mano que desnuda tiene frío,
la mala suerte ya se pierde en el olvido, se va errante
más allá de las llanuras nevadas, del último mar más lejano,
será leído este poema con la luz pálida, plomiza, de la tarde,
no tiene alas, se caerá detrás de la página humedecida,
hasta sus sentimientos sabrán a tronco hueco de árbol,
a flecha de palo atravesando el agua, a tierra polvorienta,
estéril, ni una pincelada violácea rasgando el aire ciego,
será leído y no sabré de esas manos que rozarán las letras,
letras que ahora aquí me tiemblan mientras son escritas
con cuidado depositadas en la tela del papel, letras que me tiemblan
y que quisieran abrazarse al edén de la Vida



                                                              Foto: Jorge García del Pino

                                                                  Quintín Alonso Méndez

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