Del libro de poemas "El edén de Salomé"
y la ves, a la gata, y la ves
y entiendes por qué existen las
lágrimas,
para qué ocasiones son necesarias,
para qué nacieron,
y la ves y la entiendes y te entiende
y le hablas igual que ella te habla
y se queja y no entiende que tú no
entiendas
para eso nacieron las lágrimas,
y busca el mimo, la cura, el milagro,
esa vida eterna que sabe quitar el
dolor
y acunar las noches de invierno
y te mira y te insiste, te mira
me mira, quiero decir que me mira
y me llama cobarde
por no haber sabido llevarla al edén
a donde las horas son suaves ternuras
estancias de tardes y noches hermosas
de hermosas locuras cálidas
y se queja y no entiende que yo no
entienda
y para eso nacieron las lágrimas
y me busca y te busca en la almohada
y se enfada y no entiende y maúlla
y llora y para eso nacieron las
lágrimas
y se enreda en las sábanas
y me busca y te busca y no entiende
no quiere entender y llora y me lloro
para eso nacieron las lágrimas
y sin querer me araña te araña
te araño me mira te mira
escarba en la almohada y no entiende
y llora y me lloro y lloras
y entiende que para eso nacieron las
lágrimas
se duerme entonces se duerme y sueña
y te sueña y te sueño y son lágrimas
para eso nacieron las lágrimas
Quintín Alonso Méndez
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