lunes, 24 de febrero de 2014



El camino


El camino más fácil y el más corto para llegar a la muerte
es la vida
conocí tarde el amor y temprano se fue
los vivos que viven en mí se me están yendo despacio
como si no quisieran traerme el dolor de golpe
sino poco a poco
en pequeños sorbos envenenados de amargura
invadiéndome por cada poro
con la lenta ceremonia del hundimiento
la tristeza en una mar en calma
tendida
el horizonte solitario
me acerco a comprobar que respira
son latidos tenues de dolor para adentro
callado
sólo son los ojos, que se apagan
apenas cerrándose débiles los ojos
como el vuelo de un pájaro alejándose
es incendio la caída de la luz
resumida en el sol
está cansado el día es pronta la noche
aquí, en este silencio que besa el vacío,
están todos los versos
¿sabré rescatar alguno,
traerlo de vuelta a casa?
¿sabré habitarlo y que no se me muera en los brazos
de soledades y ausencias
como se me han muerto todos los sueños?





                                                         Quintín Alonso Méndez

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