La necesidad del diablo
No necesito la mano amiga
esa mano amiga detrás de la pared
en donde el silencio más alejado
no necesito la flor en el vaso de
cristal
no necesito la sonrisa que cuelga del
balcón
no necesito la sombra dulce del día de
sol
no necesito el beso que viene para irse
no necesito esa mirada que mira sin mirar
no necesito que me dibujen las fronteras
y me digan hasta dónde puedo llegar
no necesito la fiebre para hundirme en
la oscuridad
y me pongan antorchas en la noche del
camino
no necesito la lluvia para sentir la tristeza
no necesito al viento para que me empuje
a la soledad
no necesito las mentiras rasgándome la
piel
ya me la rasgan las verdades
no necesito el hola del adiós
no necesito la vida para morirme de necesidad
Quintín Alonso Méndez
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