jueves, 16 de octubre de 2014




De «Últimas notas»

El muelle      

La mujer es el naufragio
al que obsesivo ciego
el hombre se aferra
temeroso de perderse
irremisiblemente solo
en su oscuro destino de náufrago
condenado al desamor, al destierro.
Hay que soltar las amarras,
soy descenso de la pendiente
que el tiempo me ha deparado,
muelle viejo roto, vencido,
atado a una vieja costa esquilmada
sin futuro ni esperanzas de arribo,
hay que soltar la amarras,
dejar libre a la desnuda brisa
que abre las belicosas velas
a los años nuevos que apresuran el paso
y ascienden ligeros, firmes, decididos,
rompiéndole los muros al viento
con sus vestiduras de pavos reales,
desafiando al mundo, al destino,
aferrados ciegos a la leyenda del tiempo,
héroes, firmemente dispuestos al naufragio


                                               Quintín Alonso Méndez

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