sábado, 24 de octubre de 2015



Las ventanas cerradas del cuerpo
Aunque escriba, hace años dejé de escribir
podría decir el momento exacto en que se cortó
el gran conducto de las palabras
cuándo se produjo el chasquido de la luz al apagarse
podría decir el día el siglo el mes el año el instante
el color prístino que tiene lo irremediable
desde entonces
las ventanas aunque abiertas permanecen cerradas
¡es tan transparente el espacio que deja la vida cuando se va!
dejé de escribir las historias que pensaban visitarme
sentarse conmigo mientras duraran los desgarros
innecesaria más tristeza
más círculos sin esperanza
vueltas y más vueltas del futuro esperando la ola precisa
que me pusiera en la proa de la roca
la luna exacta que rasgara la piel de las cárceles
ahora escribo lo que debí escribir al principio
en el primer gesto de la luz
cuando nacer ya era ir a la muerte
aunque no lo escriba




                                                    Quintín Alonso Méndez

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