miércoles, 29 de abril de 2015



De     Las cuerdas del violín

VARIACIONES


Variación0


Soy la mala sombra.
No hay islas
solo desiertos de tierra
desiertos de agua.
De las débiles y deslavazadas tiras
que cuelgan en el abismo del tiempo,
tuve, de las primeras señales seniles,
a las que les vi el brillo acuoso  y húmedo
de los desvaríos que llevan al apagamiento,
antesala del definitivo derrumbe del todo,
y que confundí iluso con una luz desconocida
que quizás fuese la quimera que me sostenía
en el camino que siempre caminé a tientas,
tuve, ¡ah, ingenua creencia inventada
cuando se siente la sombra de la guadaña
reemplazando la sombra del viejo y apacible árbol,
con el nemini parco tallado en la seca y desnuda madera!,
tuve, tan débil la soledad que envejece,
tan maleables los suelos en las noches infinitas,
la ciega y absurda voluntad  de construir una isla.
No era la luz, era el blanco brillo de la nada
que muestra el camino de regreso a lo que era
antes del tiempo. Soy la mala sombra.
Esa sombra que ensombrece y sustituye
la sombra del árbol.
No hay islas
solo desiertos de tierras
desiertos de agua




                                                         Quintín Alonso Méndez

 

 

 

 


 

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