miércoles, 3 de diciembre de 2014


                               
     Foto: May Noemí


De «Últimas notas»

          Sin respuestas

¿Qué mano forjó el hierro del ala?
¿Qué leve asomada de locura le barrió la tristeza a los ojos,
que ahora son dos vacíos astros rodando por los aires ciegos?
¿cuál fue el disparo que mató, el último o el antes del primero,
y por qué, para qué muerto, sin brújula, sigue caminando el tiempo?
¿Quién tuvo en un sueño dulce la mano de la mujer que nunca estuvo,
agrio y omnipresente luego el amargor que se quedó para siempre?
¿Qué sendero de hojas secas se hundió en las aguas negras de la memoria,
que rastreando en las despiertas noches ninguna palabra sabe nombrarlo?
¿Es preciso andar todos los infinitos dolores para que así ninguno duela
y ninguno muerda en hueso descarnado, en la carne misma del abandono?
¿Qué hora hace dentro de la hora náufraga, hija del naufragio,
qué noticia de luto lleva en la boca que hasta los pájaros desaparecieron?
¿Qué mano socavó en las entrañas de la tierra, hundiendo la ternura,
que llueve sangre en las madrugadas interminables, frías del alma?
Le   a la gaviota, ¿qué mano forjó la frialdad del hierro,
la suavidad del ala?


     Foto: May Noemí 

                                                 Quintín Alonso Méndez

         

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