lunes, 19 de mayo de 2014




La otra vida


En alguna parte, un boceto cómico y borroso
de hombre que va pa viejo,
más en las tristezas que en los huesos,
se sienta cada tarde en la silenciosa piedra
a ver pasar el alado soplo de la vida lejana.
Él suelta las palomas de los ojos.
En ese intervalo, ahí, sentado en la piedra,
en la penumbra del sol, y mientras regresan las palomas,
ocurren todas las cosas, la mirada toca los recuerdos,
la lágrima se deja caer y navega sola, el amor se hace materia,
hay una guitarra en cada curva del aire.
Cuando oscurece y las palomas vienen de vuelta,
le traen pedacitos de colores, y hay
brillos extraños en los rincones de la casa.
En alguna parte estará herido ese hombre,
¿de qué guerra venimos, a qué guerra vamos?,
callado regará las plantas
y callado verá venir la noche,
pondrá el mantel sobre la mesa,
dos copas, el vino blanco frío, aceitunas,
pondrá el mar de música de fondo,
tiempo de mareas que siempre regresan,
luego tiempo de acostarse, de poner horizontales
los verticales vacíos, pero no cerrará los ojos,
él también vuela, como las palomas




                                                      Quintín Alonso Méndez


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