viernes, 16 de mayo de 2014





La Vida


Ella ahora camina descalza
por volúmenes de hierro
sus desnudos pies picotean
como la danza de la gata sobre el vientre
y el hierro, enrojecido por la sed del fuego,
se hunde firme en su desnudez de agua
sonrosada flor carnosa que gime abriendo la tierra
lluviosa y oscura gruta, profunda como la derrota
donde reside la raíz primaria
que voraz apresa la semilla
habitándola

Ella ahora camina descalza,
y desnuda se mira en el espejo,
le brota una sonrisa dulce, la más tierna,
acariciándose húmeda los pechos en leche




                                                         Quintín Alonso Méndez

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