El árbol seco del camino (3)
III
En esta
madrugada mirándote Venus
ave nocturna
con anhelos de olas
de peces
resbaladizos vientres de playas
simple majestuosa
rama de ébano del árbol de todas las madrugadas
el verso cae
se deshace en el agua
cuando el
pensamiento de pensarte
carnosidad
de pájaro materia grávida
se posa en
mis manos
entonces mis
manos palpitan quieren ser adolescentes
como íntima
desnudez ámbito de la carne
tener el
poder brujo de la hoguera en llamas
transformarse
y hacer que
mis manos sean manos labios cuerpo alma
volar
caminar navegar alzarme ir al encuentro
encontrarte
hundirme en
tus océanos
habitar tus
planetas tus universos
tus manos
habitarte
quintín alonso méndez
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