Tiempo69
A duras penas,
renqueante, me asomo a la terraza del domingo,
tiene la misma
suavidad, la misma seda su luz,
de aquellos domingos en
que, pobre, con ilusión adolescente,
bajaba a verte. Era el
instante del prodigio: tenían alas mis años.
Con la inocencia del
deseo más puro, más indecente,
te entregaba versos
robados a los sueños. Tu nobleza los recogía.
A duras penas me siento
en la terraza del domingo, 14 de abril de 2024,
donde siempre soñé te
sentaras conmigo a ver pasar las gaviotas,
a destrenzarle las
vestiduras a los miedos, a descubrir
la desnudez de tus
besos, de tu alma, de tu cuerpo. Vivir el sueño.
Mis ojos se hunden en
esta luz de seda, deseándote las más bellas primaveras
quintín alonso méndez
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