Los caminos distintos
son los que se encuentran,
los propios, los
apropiados, solo entrelazan propiedades,
mezquindades de siglos,
acopio de ruinas hasta que el mundo desaparezca,
nunca me encontrarás
cerca de donde los mansos y los seguidores de religiones,
los opuestos se
enfrentan y nunca se vencen por las armas,
la batalla desigual es
de cada mil servidores de los poderes contra un marginado,
triunfará la palabra,
así me amarás, así me tendrás, dentro de las palabras.
No amo más que lo que
la materia me reclama, los dioses que los sentidos reclaman
para su hambre, llámalo
naturaleza, llámalo necesidad del aire, llámalo paz,
¿cuándo, alguna vez desde
que aquí reside el hombre? Se multiplica lo maligno.
Me multiplico para
llegarte aunque yo ya no pertenezca a mis huesos,
ni siquiera a mis
escritos, al diario del poema, que vagará errante por un tiempo
y luego desaparecerá
como las estrellas. Es el resumen del mundo, de la existencia.
Todo seguirá su rumbo,
camino de la perfección, de la nada.
Entretanto, los caminos
distintos son los que se encuentran,
los que me han dado la
suerte de caminar contigo un trecho,
o en este hoy que desea también ser mañana caminando contigo un trecho,
antes de que se diluyan todos los versos, el gesto del encuentro
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