martes, 23 de enero de 2024

 

Tiempo51



En la escritura invento un mundo donde tú y yo nos habitamos,

una isla aislada de lo humano. En esta isla, diario del poema,

sin los ropajes que oscurecen el paisaje, mi desnudez busca

tu desnudez impúdica, el sol, el néctar y la lluvia de tu carnal presencia.

Las palabras escritas son roces de las olas en la arena,

son labios y son manos entrelazándose en tus algas y corales.

La brisa que envuelve la isla viene de los trigales de tus playas,

resbala por tus acantilados volcánicos por donde discurre la lava,

se enreda en tus flores de agua, en tu vientre donde las mariposas y las abejas,

¡ah, tus mármoles de la carne, el mar de tu espalda!, por donde navega

impúdico y desnudo el diario del poema, buscando tu carnalidad desnuda

quintín alonso méndez

 


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