Tiempo51
En la escritura invento
un mundo donde tú y yo nos habitamos,
una isla aislada de lo
humano. En esta isla, diario del poema,
sin los ropajes que
oscurecen el paisaje, mi desnudez busca
tu desnudez impúdica,
el sol, el néctar y la lluvia de tu carnal presencia.
Las palabras escritas
son roces de las olas en la arena,
son labios y son manos
entrelazándose en tus algas y corales.
La brisa que envuelve
la isla viene de los trigales de tus playas,
resbala por tus
acantilados volcánicos por donde discurre la lava,
se enreda en tus flores
de agua, en tu vientre donde las mariposas y las abejas,
¡ah, tus mármoles de la
carne, el mar de tu espalda!, por donde navega
impúdico y desnudo el
diario del poema, buscando tu carnalidad desnuda
quintín alonso méndez
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