domingo, 19 de marzo de 2017


La piel del verso

Encima de la mesa hay un pájaro que pretende cantar las palabras escritas
sus plumas amarillas y sonrosadas es el amanecer que entra por la ventana
sus alas de arcoiris traen una  brisa marina que me deja en los labios un dolor
mueve la cabeza al compás de mis dedos que buscan en la espesura del papel
apartando con cuidado las zarzas / las hebras retorcidas de la memoria infantil
le roba agua al aire y yo le robo palabras indefensas al silencio rumoroso
de un azul que poco a poco se quita de encima el plomo de las nubes que llovieron
camina el pájaro por la mesa de cristal / baila la danza del tiempo que lee en el papel
quiere quedarse pero lo llama el sol del árbol que ya incendia las ramas más altas
brillan en sus hojas las gotas de plata de la lluvia / resbalan y caen al vacío
promesas rotas que estallan en el suelo dándole el aroma de flor a la tierra húmeda
los recuerdos son entonces mariposas blancas que revolotean en el aire que se agita
crecen y son libélulas / el pájaro me mira / lo acompaño a la puerta / miro su vuelo
me mira desde más allá /su sonrisa de libertad abastece al mundo de cielos abiertos
regreso a la mesa / al papel en blanco donde me sumerjo / al pájaro lo oigo cantar
las palabras escritas que algún día alguien te escribirá sobre una amorosa mesa de mar


Quintín Alonso Méndez


1 comentario:

  1. Ella tiene una tristeza que duele. Sin embargo no he visto a nadie jamás reirse tan fuerte de la vida. Es lo mas parecido a la felicidad que he conocido, te lo juro.

    ResponderEliminar