viernes, 24 de marzo de 2017


La piel del verso

Se me rompe entre las manos la taza de porcelana de la lluvia
se deshace el barro de sus orígenes / pétalos de la arcilla
de aquellos dedos que pintaron la presencia para inventarla
caen con la lentitud de un ocaso en la húmeda lengua del aire
se me rompe la cáscara que tienen los días sin jaulas
pedazos que alguna mirada envuelve en sus íntimas pertenencias
se me rompe entre las manos la boca de agua de la lluvia
como eternidades / instantes mágicos del tiempo en el alambre
caen gotas a mis pies de su fruta transparente
las dos gaviotas desguazan las nubes / azulean lo último de la tarde
no son estrellas fugaces / son recuerdos que se adentran en la noche
acaso un pensamiento mientras la mirada / recóndita gruta indescifrable
roza la piel del libro que te mira en silencio / lloviendo detrás de la ventana
se me rompen las palabras metidas en el aguacero / son piedras
que estallan en la roca de las pérdidas / dátiles del sol
en penumbras se quedan los sueños que viven a solas / a la luz de una vela
se me rompe la lluvia entre las manos





Quintín Alonso Méndez

2 comentarios:

  1. En sus idas y venidas.,puede dártelo todo o dejarte sin nada.

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  2. Siempre le di todo, sin que me hiciese falta ni ir ni venir...la entrega no entiende de espacios o distancias.
    Nunca le dejé sin nada, solo fui a regalarle la sonrisa ( aunque le doliese estrenarla)

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