lunes, 13 de marzo de 2017

La piel del verso

ocurrió hace unos días / la sed mordía en los muros de piedra
fueron días que son  hijos del futuro
marzo cayéndose como todos los meses
en el saco vacío de lo que no tiene presente

Primer día del año que salgo a la terraza sin camisa
son los primeros días de marzo / tu dios le prendió fuego al aire
una agradable brisa al amanecer dentro de la calima
un horizonte de lilas sobre la arena de mar
todos los olvidos son de otras dimensiones
todas las frutas son de árboles con raíces en la carne
no importa que ardan los ojos y se embarren las lágrimas
se me rompen los huesos se me rompe lo irrecuperable
la seda es de arcilla y los recuerdos también son de nadie
diminutas gotas de sangre brotan donde respiran los latidos
resbalan dulces hasta los labios
es niebla marina que viene del desierto
de la sed más cierta del polvo más desnudo
una gaviota tantea la textura del agua antes de posarse
nunca tuve una barca que me sacara a navegar
he navegado solo por silenciosos caminos
por los territorios del hinojo y el musgo
una vez una mano tomó la mano de mi soledad
Érase una vez la travesía del amor
fue un parpadeo para luego
abrir los ojos y verle el rostro a la nada
que ya no ha dejado de llevarme de la mano
ahora el mundo arde
en la hoguera de la revolución muerta
como buitre picotea la sal en la piel del verso


Quintín Alonso Méndez



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