jueves, 2 de marzo de 2017


La piel del verso

Eres alta como el paisaje vertical de la amapola
alta más alta y más lejana que la sedosa suavidad de la violeta
alta como si fueras pájaro sumergido en el océano del cielo
lejana más lejana que la alta noche que me cubre para desprotegerme
ah alta lejana sombra bajo el sol más ardiente donde arden las hogueras
largamente se alarga la alta silueta caída del viejo árbol en la alfombra de la tierra
altas hormigas se encumbran en la rocosa y rugosa montaña de madera
ahí me subo a lo más alto de la esfera y no te veo ah cómo ruedan los astros
cómo rueda la alta noria impulsada por las abejas que un día libaron de tus flores
Eres alta más alta que el abismal vuelo del gemido más íntimo más profundo
más alta que la raíz más hundida en la inmensa estatura de tus valles más íntimos
alta como el grito del relámpago como la furia de la ola presa en los arenales
larga y alta como la espiral de los vientos cuando el mediodía se enreda perdido
más larga y más alta que la tristeza que se viene hacia adentro alta como la nostalgia
largamente alargada tu altura que se eleva por encima de los sueños de los bosques
tan alta eres que para verte he de alejarme más cada vez caminar sin detenerme
y por el sendero de la soledad rozar con mis dedos el tallo tierno que inicia el ascenso
eres alta como el paisaje vertical de la violácea amapola

Quintín Alonso Méndez





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