viernes, 27 de enero de 2017


La piel del verso

Bajo la llovizna palpo los hilos del agua
canto de pájaro entre los hilos en mi rostro
es dulce la tristeza que resbala por la piel
como si tus dedos tomaran la forma de las lágrimas
un balanceo de las piernas péndulo de la noche
la soledad escarba en las imágenes de la memoria
como un mirlo picotea en la tierra húmeda
brillan las escamas de los charcos debajo de mis pies
pasa fugaz un recuerdo de luna en el océano
llenos los bolsillos mojados de versos desleídos
no he sabido guarecerlos para llevarlos a tus manos
camino por la hora en que la tarde se esconde
el frío me duerme
se hace hueco en mis ropas caladas
me vence el cansancio pero no me detengo
te pienso más fuertemente ahora en que todo es frágil
camino despacio atravesando las cortinas de la lluvia
me alejo de alguna parte para acercarme a lo más lejano
adonde la noche es un desierto bajo el aguacero


Quintín Alonso Méndez



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