martes, 13 de septiembre de 2016

la piel del verso



Camina la noche
me pisa los sueños
los cubro de mar
huele a ti

Estos días tan apacibles como la desnudez del agua
tan apartados del mundo
con el clima de un sueño de verano bajo la Vía Láctea
como un regalo inexplicable antes de la noticia o la sentencia
resbalan indetenibles por la piel de todo lo que se aleja
se esparcen por las ramas del árbol de la fría noche
con esa dulzura falsa que da el dolor vencido
somnolencias que vacían sus cántaros de desbordada sed
en la estepa de la nada

Quintín Alonso Méndez


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