Tiempo94
Prodigio alegre del verte cuando el
sol y las tristezas más aplastan
mi animal esperanza del poseerte. Se
hace suavidad desnuda.
Como feroz este dolor que me persigue
aún en el sueño
vallándome el camino,
feroz este deseo hambriento que me
roe los huesos,
me arde en las entrañas. Hoguera que
me extingue.
Dolor interminable que se extiende, inunda mis
regiones,
donde plantaba mis versos para tus sonrosadas
rosas negras.
Pero sonrisa tenue me acompaña ante
el prodigio de verte,
gacela que te elevas libre y resuelta
y me traes el aire
que el dolor me niega
quintín alonso méndez
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