Tiempo94

Prodigio alegre del verte cuando el sol y las tristezas más aplastan

mi animal esperanza del poseerte. Se hace suavidad desnuda.

Como feroz este dolor que me persigue aún en el sueño

vallándome el camino,

feroz este deseo hambriento que me roe los huesos,

me arde en las entrañas. Hoguera que me extingue.

 Dolor interminable que se extiende, inunda mis regiones,

donde plantaba mis versos para tus sonrosadas rosas negras.

Pero sonrisa tenue me acompaña ante el prodigio de verte,

gacela que te elevas libre y resuelta y me traes el aire

que el dolor me niega

quintín alonso méndez

 

Tiempo93

Soy la sombra que se desvanece en la oscuridad

la tristeza que se desguaza en el furioso oleaje

soy quien te ama desde la primera mirada

quien no dejará de amarte después de la nada,

aunque no me leas

 

Fluyen susurros de horas varadas en la costa,

hojas de piedra alisadas por las mareas,

sueños astillados entre las rocas,

sueños que se rebelan y buscan tus ojos,

brisa en las heridas que roe el tiempo.

Tu nombre veranea en mis inviernos,

sabe de  mis versos callados y tiernos,

sabe de mi nobleza de mirarte

y desearte las alas de los sueños que te naveguen

 

Tu voz es coral, tiene todas las voces que mis labios desean

 

quintín alonso méndez

 

 

Tiempo92

Escritura se abre, tiene dolores, tristezas, silencios de cementerios, pero se abre, tiene el latido de saberte. Suavidades exquisitas, venidas de lujurias desconocidas como flores recién descubiertas, con sus aromas de delicadas y nacidas emociones, la envuelven. Escritura se expande abundante de ti, me habita

Cisne de la luz

posadas alas verdes

tu mirada azul

quintín alonso méndez

 

Tiempo91

¿Por qué al decírtelo se han abierto ventanas bajo la tierra, tantos siglos el latido encerrado en cárcel del miedo? Ahora camino ligero aunque mis pasos se arrastren: liberado, sé de tu existencia. De entre los escombros reaparece el motivo. Buscarte para buscarme y encontrarme. Para así, amándote, amarme. Y como búsqueda amarte

 

Escribirte que te quiero es un tiempo que se expande con dulzuras inexplicables, es como si estuviera hablando contigo de los pájaros, de la hondura silenciosa del océano, de los murciélagos, del lenguaje de desconocidas dimensiones de las ballenas, de la danza de las abejas y los mirlos, del cosquilleo de las mariposas rozando el polen, de los climas que vaticinan el movimiento del aire, el murmullo de las mareas. Escribirte que te quiero es como si estuviera hablando contigo, aunque el silencio como distancia nos acompañe y solo sea el susurro de los sentidos  

     

quintín alonso méndez

                                                                                                                                                             

 

Tiempo90

La carnalidad del agua en los labios de tu mirada

llamada del polen a la abeja

de la tierra a la lluvia.

Carnalidad de la fruta incendia el océano

como en sueño se expanden las emociones

reales resbalan por las carnes

del instante encumbrado

carnalidad del mirarte

se sumerge en beso, ¡ah, sueño voraz!,

en los labios de tu mirada

quintín alonso méndez

 

Tiempo89

Las gaviotas crean el horario de la luz sobre el océano,

los mirlos sobre el verde vegetal,

la noche cubre el horario de soñarte en la escritura.

Dentro de la oscuridad, en horario de la marea,

las palabras se agitan y se mecen con las olas

sobre la arena del papel, árbol de tus bosques.

Escribirte para ser quietud y contemplarte.

Se hace placidez la ternura de la tristeza,

oleajes impuros hacen murmullos con las rocas.

En horarios de círculos vuelan sobre el sueño desnudo

las alas del deseo eterno

 

Día de verano envuelto en la niebla, quieto como la nostalgia

o como si una tristeza dormida, húmeda llovizna posada en el aire

acaricia la tierra, ¿o es sueño desprendido del tiempo, regreso del latido?,

hebras de luz venidas del sol desalojan la niebla, me dejan verte,

como serpiente de agua surgida del fuego renace el olvido

 

                                                                     quintín alonso méndez                       

 

 

Tiempo88

Persiste el mar cubierto por gruesas nubes que apenas si dejar caer

débiles lágrimas de agua despojadas de la sal,

el salitre las recibe en sus labios de sed.

Camino por orillas de tristezas, por los surcos no abiertos,

un sol oscuro oculto en los matorrales,

como hormigas escarbo en las grietas del viejo árbol,

ningún verso. Ninguna huella que me alumbre.

De vez en cuando los pasos me llevan por la calle arbolada,

le pusimos nombre de nomeolvides,

nunca fui pájaro de buen agüero.

Niebla sobre el mar, como barco que se aleja

quintín alonso méndez

 

 

Tiempo87

Día que trae canciones de languideces tendidas

apenas susurrando entre las cuerdas de una brisa con llovizna,

así suenan, como besos, violines de agua buscan tus labios,

grises que abrigan como lentas caricias interminables.

No duele la tristeza, mis anhelos caminan contigo por la costa.

Son soñadoras las palabras que le digo al rumor del silencio.

Hay bosques de hogueras en mis sueños, música de tu voz,

lluvia feliz resbalando por la desnudez de tu rostro

 

Lo bueno dura infinitamente menos que lo malo

porque en lo bueno el dolor se diluye, es placentero,

en lo malo el dolor dolorosamente duele, y más duele

porque te hace recordar lo efímero de lo bueno

que no regresa. El dolor se queda

 

quintín alonso méndez