Claridades 97
Me encontré con el
viejo,
me entregó un papel
viejo,
arrugado como los
sueños,
es un poema nuevo, me
dijo,
mirando hacia la nada
del horizonte.
Tarde, ya muy tarde,
lo leí entre las ruinas
de casa:
Cuento las horas que me
quedan
oscuras sin escribirte,
memoria olvidada,
asilo sin casa,
¿por qué verjas, si mis
pasos no llegan?,
tan lejos las
acostumbradas horas del paseo,
en verano, en otoño, en
invierno,
sin primaveras, por la
vereda de los recuerdos,
¿por qué no la locura,
tan gloriosa y deshilachada, sin verjas,
tan llena de tus
cuerpos de hembra?
En lo inmortal me quedo
quintín alonso méndez
No hay comentarios:
Publicar un comentario