Tiempo1

Adolescente, ¡ah, quejidos del alma que fue cuerpo!,

viene el verano,

quieto y azul, con las garras recogidas,

como si amaneciera dormido, con las sábanas aún puestas,

pero es cazador, se desperezará, agitando la sangre, agitando el aire,

polen opiáceo se posará en las carnes,

viejo sabio vestido de joven elegirá sus presas, hará heridas,

traerá racimos frutales de golosas promesas,

lo querré caminar despacio, saborearlo como ofrenda a los dioses,

pero engañosa su quietud será fugaz como beso furtivo,

morderá hacia dentro, despedazando los restos

quintín alonso méndez