Claridades 40
LA HERIDA DE LA NOCHE
Desnudas lunas negras
azuladas por el silencio ceniciento de la noche
se deslizan desde los ojos de la mujer,
resbalan por los rumores de sus pechos
y caen astillándose cristales de arena
en los carnales muslos desnudos
que gimientes se abren a la marea,
brillan mercúricas
diminutas gotas de sangre
cicatriz futura del olvido.
dos arcos ígneos de temblorosa y ciega luz
cimbrean la herida de la noche,
se mecen en las alisadas aristas de las olas.
Se enreda el musgo en los labios
de las desbocadas deslenguadas bocas
besos desguazados en el océano
donde la lava es agua ardiente
y es agua el fuego que arde.
Oscuridad adolorida aquí en lo alto,
en la soledad náufraga de mi noche
quintín alonso méndez
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