viernes, 25 de octubre de 2019


Música de mar (47)


miro mi manos
huesudas en su descalabro de la carne
van cogiendo las formas de las ramas secas del viejo árbol
con su rigidez endeble de palos secos
se le hinchan las venosas raíces impregnadas de incienso
y se le caen las secas hojas de la piel solitaria
me gustan sus expresiones lentas de bibliotecas antiguas
de madera torneada bajo las lenguas de las hogueras
entiendo tarde que los dedos son los transmisores del tiempo
de milenarias herencias hundiéndose en el olvido de la tierra
allí donde se hundieron fueron cavando tumbas no regresos
construyendo desde la infancia muros de piedra de la soledad más agria
color de la vida entrelazándose en el agua el sol con la arena
la tristeza con los grises de la media tarde vaciándose en el aire
solo el musgo sabe cómo se hacen a la mar las venas en el destierro

quintín alonso méndez




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