sábado, 22 de septiembre de 2018


El árbol seco del camino (51)

LI

esta madrugada será el arco de lo que fue otoño
porque el otoño también se fue -perdón
también ha sido asesinado- nadie dice nada
se ahonda la tristeza en los ojos del perro triste
porque la perra del vecino ha sido asesinada
el hogar aburre y se aburre
se derrumban las paredes de plástico el mundo brama
esta madrugada con los ojos abiertos
la mujer dirá que ha dormido despierta apretándose los muslos
salgo a la calle de la vida y es tristeza o es alegría no lo adivino
-no hay nadie- me elevo sobre las nubes
le dejo mi pan a la paloma que -lo juro- me ha mirado
¿dónde está la mujer que me piensa y se frota con otro él?
qué le importa a mi frente  violada el frío del cristal
¿conoces la sed?
¿conoces la tristeza del hambre? ¿te has mirado?
no hablo del vestido demasiado ajustado
hablo de ti de la ternura de un pájaro
te cuento un secreto: solo me importa el bar abierto
la sonrisa perfecta de la camarera el rostro amarillo
del sol en la cristalera -no no me has visto yo no estaba-
pero relampagueaba un recuerdo sin recordar nada
me levanto y dejo que la copa de vino se caiga
caigo me gusta me levanto solo -caigo me levanto caigo- camino
¿tú entonces dónde estabas?
¿qué hombre antiguo -ignorante- te reclamaba atención prestada?
¿por qué el derecho de pernada? -miro cómo resbala la tarde-
miro aquí dentro inmensidad de lo solitario y me enamoras

quintín alonso méndez




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