viernes, 3 de agosto de 2018

El árbol seco del camino (35)



XXXV

Aunque rotos y caídos en las cunetas entre los secos rastrojos
los ánimos que fueron elevadas águilas reales sublimes águilas pescadoras
o quizás solo pájaros gorriones o el tiempo pasando por delante de la plaza
me arrastro hasta los pilares de la mesa y trepo por sus arrugas de madera
al fin dentro del jadeo agónico robándole el aire al aire ajeno a la noche bruja
la débil mano temblorosa que no puede con el peso del lápiz se aferra a él
así a tientas sabiendo que todo es un acabarse inmediato de lo que fue mundo
inicio lentamente con la torpeza de lo viejo las artes de la escritura 


quintín alonso méndez


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