El árbol seco del camino (18)
XVIII
Cada verso
lleva la palabra que se enreda en la lengua
resbala por
los labios
se estremece
por las laderas del cuello
repta por
los acantilados de los muslos
se tiende
plácida en la espalda desnuda
temblorosa
se deshace
en busca de
la boca del agua
así te
piensa cada instante de mis pertenencias
una palabra
de sol y lluvia de espiga en cada instante
con barcazas
de plumas de pájaros navegan por los aires
saben de lo
imposible del posarse pero es la inmensidad del viaje
el incesante
parpadeo de la llama que arde en tus pechos y me llama
más allá de
los caminos reales del mundo de los cuerpos terrenales del desguace
mas aquí en
la palabra del verso que se abre y carnal agita como roce
el polen que
se desprende de tus arenales de tus húmedas caderas de luna
palpa los
vuelos de latidos y sueños que brotan de cada verso que te escribo
así es el
rumbo de mis destinos incendiándome en los paisajes de mis deseos
quintín alonso méndez
Seguir cuando crees que no puedes más éso me hace diferente.
ResponderEliminarAlgo quedó por decir, por perdonar,por sentir,por aprender,te admiro,el tiempo hace que ya no importen las respuestas....
Admirare a ti mismo por querer como quieres y sigue escribiendo. Lo haces muy bien , te queremos y nos das mucha ternura, algo difícil de encontrar en estos tiempos que vivimos. Sigue así, no cambies.
ResponderEliminarY gracias, sobre todo, gracias, por escribir.
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