miércoles, 14 de diciembre de 2016

La piel del verso

Cada vez que veo acercarse la belleza del amanecer
es dolor
porque la soledad se va por rumbos que navegaron
y que son ahora astillas dulces que hieren de naufragios
amanece así
alas impalpables que se despliegan
es un deshoje de grises azules azulándose
verdeándose
naranjas y violetas encarnándose
enrojeciendo
la luz es una flor de todas las flores
deshojándose en la piel del aire
libertario sedoso ajeno el aire
cae el polen en verdeados azules óleos sobre las aguas
menudas olas negras vertiéndose en la orilla
sus rumores con olor de ti entran en la casa
se tienden en la vieja sed del verso
es dolor
silencioso y lánguido dolor
cada vez que atardece
y el amanecer se hunde en la oscuridad de la noche
Quintín Alonso Méndez



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