antes de que la madrugada abra los
ojos
con la voz de la marea encendida
en rumores de orillas que gimen
y alzan pájaros nocturnos de espuma
antes de que la luz lo oscurezca todo

antes de que tu nombre estalle en mis
manos
como frutas de agua
arriba
rasgando las cortinas espesas
del aire
asoma desnudo el instante,
luna azul,
donde escribo tu nombre
y lo pronuncio y lo hago eterno
Quintín Alonso Méndez