Tiempo26
mirándonos a los ojos después
de las palabras deshechas, deshojadas en polen,
que se abrieron en
atmósferas de aromas y sabores de dimensiones desconocidas,
entre tú y yo se posó un
silencio sin tiempos, un fuego húmedo, un sopor,
pero una fuerza
magnética, de un mundo ajeno, inexplorado, nos movió, nos trajo.
Nuestros ojos, nuestras
respiraciones, nuestros latidos, nuestros cuerpos
rozándose,
una fuerza magnética de
un mundo ajeno, inexplorado, nos desnudó, nos llevó,
no estábamos en este
mundo
quintín alonso méndez
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