lunes, 28 de agosto de 2023

 

Tiempo18




¿Qué veredas llevan a las colmenas de tus bosques encantados,

donde la miel ha de resbalarse por las sedosas y carnales

columnas de tus muslos arbóreos, ancestrales,

carnosas raíces de la ruta del agua, hija de la lava?

¿Qué veredas, qué sinuosas veredas,

verdes y frondosas como el pecado,

cómo encontrarlas y palparlas?

El poema solo alcanza a los edenes del alma.

Quiero la tierra inexplorada, la más salvaje,

la del origen, la de los edenes de la materia,

donde el cuerpo, el enjambre,

donde las uvas, donde las frutas más frutales

de tus bosques encantados

 

quintín alonso méndez


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