Claridades 87
Me sorprendió, relampagueo
frutal de la carne,
el instante de verte;
para mis ojos, luz
dorada de la primavera
te desnudó en mariposas
de piel.
Vi el abismo de las
cumbres,
el sensual roce de la
brisa en la yerba
mordiendo el fuego del
sol,
vi la certera flecha
del agua
hendir el corazón de mi
sed,
recordé, exuberancia de
la fruta,
el sabor antiguo, mágico,
de la textura del beso,
abejas infinitas libando
en los labios.
Sabiéndome silencio me
he venido a la tarde,
me acompaña el sabor
dulce del deseo,
¡ah, dulce tristeza, la
miel que me da saberte,
sentir, regalada inmensidad
del tiempo,
frutal relampagueo de
la carne!
quintín alonso méndez
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