Claridades 65
camino por la calle que baja, misma
calle cuando subo,
antigua vereda de los púberes sueños,
me sostiene la baranda que separa al vertedero
que da al mar,
deslizo la mano por la herrumbre que
raspa
o me pongo a hablar solo, el pájaro
ríe y me saluda,
hasta la gaviota se molesta en
acompañarme por un tramo de cielo,
camino por las piedras que abundan
mis desiertos,
respiro en la eternidad del salitre,
me habito en el deshabitado mundo del
verso,
como si todo estuviera aquí
los recuerdos no tienen sabores, pero
los sabores sí traen recuerdos
quintín alonso méndez
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