miércoles, 17 de febrero de 2021

 

Viaje interminable 03


Verte y mirarte es memoria de piel, de labios,

de miradas desguazándose por resbaladizos acantilados de agua,

débiles alas venciéndose, resistentes al desmayo.

Memoria de íntimas mariposas,

columpios de la tarde en revoloteos del roce en los arenales del vientre.

Memoria que se despierta al ver cómo caminas

o cómo sentada tus manos mueven el aire ocultando los grises,

cómo tus ojos se atreven y se desnudan en la mirada

que no dejaría de mirarte, instantes de magia que no saben escribirse.

Memoria de la existencia al sentir cómo tus palabras posándose

tejen océanos en llamas.

Verte y mirarte es memoria del latido, sublime regreso a lo inesperado

 

 

Escribirte con distancias conlleva lastres de barrancos y temporales,

memorias extraviadas, interminables desiertos, pero una astilla en el agua

como grieta que se abre al aire; entiendo entonces que escribirte es respirar,

y no hay distancias. Es nada más que estar contigo mientras te escribo

  


quintín alonso méndez


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