domingo, 7 de febrero de 2021

 

    jorge garcía

Viaje interminable 01



Para mi infancia era la calle de la Recova,

la húmeda musgosidad. El frío adherido a la piedra,

como el silencio a la soledad,

fantasmales mujeres con la vida arrebatada cubiertas de negro,

con el rosario en la mano a la misa del alba,

se reflejaba la tristeza del tiempo en las lisas paredes heladas

de las casas, los puestos de las flores eran las ternuras

y las inocencias amputadas, gris el amanecer, gris el sol,

gris y silencioso el miedo que usurpaba el aire, pero una esperanza oculta

palpitaba por todas partes, también era infancia de charcos y arados,

de dátiles y olas. Era la calle de la Recova, por donde los corazones se atrevían.

Hoy vaga errante por ella una infancia perdida, un amor eterno,

se palpa en la luz del aire que late, en las nuevas miradas antiguas que se encuentran,

 


quintín alonso méndez

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