Cartas de un vuelo eterno (XIV)

desnuda la luna llena se entrega a la noche

a su mar y a su piel de serenada

desnudo dentro de la noche

mi sed roza la húmeda humedad de tus ojos

que habitan la búsqueda de mis ojos

titilan las estrellas de tu boca desnuda

resbalan por tus hombros

resbalan

se abren al abandono

yo me abandono al desnudo desearte

mi deseo te nombra

te recorre con temblores celestes

gimen los silencios

desnuda y gimiente piel de serenada

lejana en mi piel tu piel se estremece

tan aquí tan cerca agua de la sed

sed del agua

desnuda la noche se entrega a la luna llena

desnudos nos habitamos ardiendo

¡ah el deseo del navegarte eternamente!

quintín alonso méndez