El árbol seco del camino (31)
XXXI
La misma
instantánea de cada día es un Universo aparte
modulada con
el mismo barro con el mismo pulso de la búsqueda
pero
distinto el soplo de las manos el gesto del aire
ese piano
que suena con los acordes de una lejanía es lo fugaz
cubre con su
pañuelo metálico el rumor de la marea
pero pronto volará
alejándose
arrastrado
por el paso cotidiano de los relojes voraces
dejando en
el hueco de lo ausente las huellas del silencio
desde la
niebla del salitre un canto con alas tristes se eleva sobre todos
en sus
sombras guarda los recuerdos los regresa cada tarde
se dibujan
entonces tus labios invento los futuros de los besos
quintín alonso méndez
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