Versosdelaplenitud 48
Escribir con la lluvia cayendo es
irme a las infancias del frío raspando las rodillas,
pisar los charcos, caminar por la
tierra encharcada, por entre cañas y ranas,
como tristezas grises flotando los
surcos anegados.
Ahora son nostalgias que navegan
solitarias por la niebla del agua.
El olor de la tierra mojada me trae
de vuelta la adolescencia.
Nostálgica, sin destinos.
Una vela encendida habita de
fantasmas la penumbra,
dos copas de vino sobre la mesa,
acompañando al frío que baja de las cumbres,
la mía vacía, la otra llena
(Cuando salga el sol, ilumine el
verde, el aire azul, espejo del océano,
será lujuria de los sentidos, y por
la escritura, por mis sueños,
en la búsqueda, caminarás conmigo)
quintín alonso méndez
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