Tiempo84
Hay pereza en todo idilio, como si la
claridad viniera para quedarse. Pero hasta en la quietud más quieta, viene la
noche. Cubierta de nubes, sin estrellas. Entendemos entonces que no sabemos
caminar sin ella. Solo se puede recuperar lo que salva: salvar lo que queda del
naufragio. Alimentar los sueños, renegar de los silencios que encierran y
adormecen, huir de las palabras con adornos musicales que fabrican rebaños. Cuidar
de lo pobre porque raíz, cultura que sostiene, lo rico empobrece. Sea hoy el
romance de ayer con mañana: el latido permanece
quintín alonso méndez
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